Este informe se va a basar en explicar,
detallar y repasar un experimento muy sencillo, pero que nos enseña bastante
acerca de una de las reacciones químicas más comunes de la vida cotidiana: la combustión.
Para llevar a cabo este experimento, primero
debemos tener los materiales necesarios que, por suerte, son pocos. Estos son
Un
encendedor:
Distintos pedazos de papel:
Un frasco de vidrio (esto último lo añadí solo para agregar una variable):

Un noble plato de porcelana, que utilizaré como cenicero:

Primero que nada, aclaremos qué es una combustión, y qué condiciones se necesitan para que esta pueda producirse. La combustión, como dije antes, es una reacción química exotérmica (o sea que desprende energía, en este caso en forma de calor), que se dan cuando un hidrocarburo reacciona con el oxígeno para producir dióxido de carbono (CO2) y agua (H20).
La fórmula química
para las reacciones de combustión es la que sigue:
Hidrocarburo + Oxígeno → Dióxido de carbono (CO2)
+ Agua (H20)
El objetivo de este
experimento será producir una reacción de este estilo, y ver como son las
distintas llamas que se producen al probar distintos tipos de variables. Para
eso, vamos a intentar hacer arder un pedazo de papel, y ver qué sucede.
Claramente, el papel,
al superar su temperatura de ignición (temperatura a la que un material
comienza a arder) debería encenderse, dando lugar a la combustión que planeamos
provocar. Si todo sale bien, el fuego debería propagarse a lo largo de todo el
papel, consumiéndolo por completo. Luego se repetirá el experimento, solo que
esta vez, colocaremos el papel dentro de un frasco de vidrio luego de
encenderlo, esperando que así se quede sin oxígeno y termine por apagarse.
Ahora, solo hay que
llevar a cabo el experimento.
Lo primero que hice fue separa dos tipos de papel. Uno era
una hoja de carpeta (que por ser más gruesa, pienso que esta va a costarle más
encenderse), y el otro un papel de cocina. Esto lo hice con la intención de ver
como ardían distintos tipos de papeles.
Primero use el papel
de cocina, que se encendió rápidamente al entrar en contacto con la llama del
encendedor. Como había supuesto, todo el papel se consumió con facilidad y no
tardo en dejar unos pocos rastros chamuscados. La llama era amarilla (como la
de cualquier combustión incompleta), y soltó un leve hilo de humo. La misma no
fue muy grande, pero se extendió con facilidad.
Luego repetí el experimento,
solo que esta vez, luego de encender el papel, lo coloqué rápidamente dentro
del frasco de vidrio. En una primera instancia, ocurrió algo que me sorprendió,
y fue que en el momento en el que el papel entró en el frasco, la llama se
volvió mucho más grande durante un instante. Esto puede deberse a que, debido a
que el frasco es un espacio mucho más pequeño que mi cocina, el oxígeno en su
interior se encontraba más concentrado. Igualmente, la llama no tardó en
achicarse hasta llegar el punto de volverse insignificante, y la combustión
llegó a su final una vez cerré el frasco con su tapa, impidiendo que llegué más
oxígeno a la llama.
Quise intentar algo
más antes de intentar el experimento con la hoja de carpeta. Salí a mi patio,
con el papel de cocina y el encendedor, y procedí a repetir el experimento,
pero un ambiente totalmente abierto. Esta vez la llama fue más intensa y
grande, y el papel se consumió casi al instante, aunque tardo en encenderse
debido al viento.
Luego, repetí todos estos pasos, pero con la
hoja de carpeta. Esta, como había pensado en un inicio, tardaba más en
encenderse, la llama no llegaba a ser grande y no tardaba en apagarse antes de
consumir el papel.
Meterlo dentro del frasco de vidrio fue aún
más perjudicial para la combustión. Como con el papel de cocina, este parecía
encenderse más por un momento, presentando una llama un poco más grande, pero
no tardó en consumirse y apagarse, apenas habiendo consumido una pequeña parte
del papel
Fuera, hubo un poco más de suerte con esto. Como pasó con
el papel de cocina, al principió el viento dificultó que la llama se avive,
pero finalmente terminó por encenderse, y esta vez el fuego sí pudo consumir a
todo el papel.
Aquí una gráfica resumiendo cada variable:
VARIABLES
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DENTRO DE
LA COCINA
|
DENTRO
DEL FRASCO DE VIDRIO
|
EN EL
EXTERIOR
|
PAPEL
DE COCINA
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La llama
fue de un tamaño mediano, que consumió en su totalidad al papel en poco
tiempo.
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Por un
instante la llama fue grande, pero terminó por apagarse dentro del frasco.
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La llama fue grande, y no
tarde en consumir el papel por completo.
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HOJA
DE CARPETA
|
La llama
fue pequeña, y no tardó en apagarse sin haber consumido el papel.
|
La llama
fue prácticamente insignificante y se apago sin apenas haber consumido a la
hoja.
|
La llama
fue grande, y consumió efectivamente a la hoja, aunque en un lapso de tiempo
un poco más largo.
|
CONCLUSIONES
El experimento, en
general, podría decirse que fue un éxito. Se lograron cumplir todos los pasos
propuestos al pie de la letra, y pudimos observar con detenimiento cómo
reaccionaba la llama ante las distintas variables. Las hipótesis se cumplieron,
aunque hubo algunas sorpresas, como las llamas que se hacían más grandes al
entrar dentro del frasco.
Desgraciadamente,
tuve que llevar a cabo este experimento en mi casa sin ningún tipo de
preparación previa. Quizás, si esto lo hubiera preparado con antelación,
hubiera conseguido más tipos de papeles, distintos tipos de fuentes de energía
de activación (otros encendedores, fósforos, etc) y demás, hubiera conseguido
un experimento más completo, con variables más precisas y datos más exactos.
Excelente!
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